ROTURA DE PUENTE TERMICO

Consiste en incluir un producto no conductor, y de resistencia similar al aluminio, entre los perfiles interiores y los perfiles exteriores que componen el cerramiento.

La finalidad de esta técnica es evitar la transmisión de temperatura hacia el interior de la vivienda; de esta forma mantenemos las cualidades del aluminio, a la vez que optimizamos y favorecemos el ahorro energético.

El proceso se lleva a cabo con maquinaria específica, con los parámetros propios de la geometría del perfil, en varios pasos en función de la utilización de:

SISTEMA DE POLIAMIDA

  1. Diseño del ensamblado de los perfiles de aluminio con las varillas aislantes. Para el eficaz funcionamiento del perfil final, se ha diseñado previamente la “cajera” en el perfil de aluminio, lugar donde se introducen las varillas de poliamida y cuyo espacio está adaptado perfectamente ésta.

  2. Moleteado de las cajeras de aluminio. Consiste en crear un dentado en ambos lado de la cajera de aluminio (martillo y parte fija). Esto es necesario para asegurar la correcta unión y agarre de los perfiles de aluminio con las varillas aislantes tras el apriete: los “dientes” del perfil penetran en la varilla y aseguran el agarre. El moleteado mejora la resistencia al cizallamiento, ya que los dientes del aluminio penetran y muerden la cabeza de la varilla.
  3. Enfilado o introducción de las varillas aislantes en las cajeras de aluminio y apriete de los martillos. Enfiladas en el interior de las cajeras, los martillos giran y presionan sobre la cabeza de la varilla, quedando aprisionadas por éste. Esta acción aporta al conjunto resultante la solidez requerida.

Controles de calidad: el proceso se lleva a cabo con controles exhaustivos de resistencia y tracción, así como pruebas periódicas de fuerza de cizallamiento, que garanticen la resistencia del conjunto.

SISTEMA DE RESINA
La Rotura por Resina parte de un único perfil en el que previamente se ha diseñado una cámara para contener la resina. Cuando ésta endurece, se secciona la otra parte del perfil para obtener así una rotura completa entre las dos partes que quedan después de esta operación, evitando la conductividad térmica que se deriva de las diferencias de temperatura a las que son sometidos los perfiles una vez forman parte de un cerramiento .

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